Existen nuevas modalidades de organización (como los equipos auto-gestionados, las organizaciones en red, etc.) que permiten a las compañías ser más flexibles y adaptables al mundo rápidamente cambiante de hoy. Estas modalidades también cultivan la toma de poder y responsabilidad por parte de los equipos de trabajo, mucho más que las organizaciones jerárquicas y estructuradas rígidamente, que eran más comunes en el pasado.
Muchas personas afirman que la naturaleza de las organizaciones ha cambiado, y por ello es necesario que la naturaleza del control de gestión también cambie. Algunas personas van tan lejos como para afirmar que la gestión no debe ejercer ningún tipo de control. Afirman que la gestión debe existir para apoyar los esfuerzos de los equipos para que sean plenamente miembros productivos de las organizaciones y por lo tanto, cualquier forma de control es totalmente contraproducente tanto para directivos como equipos.
Algunas personas incluso reaccionan fuertemente contra la frase “control de gestión”. La palabra control puede tener una connotación negativa, por ejemplo, puede relacionarse a ser dominante o coercitivo. El término “coordinación” parece tener una mejor recepción.
En su forma básica, una organización son dos o más personas que trabajan juntas para alcanzar una meta. La identificación de este objetivo requiere de alguna forma de planificación, porque llegar a la meta significa identificar algunas estrategias que sean acordadas por los miembros de la organización a través de alguna forma de comunicación. Entonces, los miembros actúan de acuerdo a lo que acordaron hacer.
Esta forma de comunicación permanente para alcanzar una meta, el seguimiento de las actividades hacia el objetivo y las decisiones subsiguientes acerca de qué hacer, son la esencia de la coordinación de la gestión. Y esa coordinación tiene que existir de alguna manera (ya sea formal o informal) para que exista la organización en sí misma y para lograr un buen funcionamiento de la misma.
Algunas personas incluso reaccionan fuertemente contra la frase “control de gestión”. La palabra control puede tener una connotación negativa, por ejemplo, puede relacionarse a ser dominante o coercitivo. El término “coordinación” parece tener una mejor recepción.
En su forma básica, una organización son dos o más personas que trabajan juntas para alcanzar una meta. La identificación de este objetivo requiere de alguna forma de planificación, porque llegar a la meta significa identificar algunas estrategias que sean acordadas por los miembros de la organización a través de alguna forma de comunicación. Entonces, los miembros actúan de acuerdo a lo que acordaron hacer.
Esta forma de comunicación permanente para alcanzar una meta, el seguimiento de las actividades hacia el objetivo y las decisiones subsiguientes acerca de qué hacer, son la esencia de la coordinación de la gestión. Y esa coordinación tiene que existir de alguna manera (ya sea formal o informal) para que exista la organización en sí misma y para lograr un buen funcionamiento de la misma.
